miércoles, 27 de enero de 2016





Al tiempo que desplegaba esta intensa actividad poética -desarrollada, como se aprecia en las fechas de publicación de los poemarios recién citados, a lo largo de toda su vida-,Francisco Tobar y García atendía sus labores de docencia e investigación, escribía numerosos artículos publicados en periódicos y revistas de Ecuador y de otros países hispanoamericanos,redactaba enjundiosos ensayos centrados en temas literarios y cultivaba otros géneros creativos como el teatro y la prosa de ficción. Su afición por el Arte de Talía se forjó en sus primeros años como profesor en la Universidad Católica de Quito, donde entró en contacto con el colectivo Teatro Experimental y fundó, poco después, el Teatro Independiente, una agrupación que animó la escena ecuatoriana desde 1954 hasta 1970. En el seno de esta bulliciosa compañía, el autor quiteño desarrolló una importante labor como director teatral, aunque sobresalió principalmente por la escritura de una serie de obras que dieron un auge insospechado al teatro ecuatoriano contemporáneo. Entre estas piezas originales de Francisco Tobar García, cabe recordar las tituladas Las ramas desnudas, La dama ciega, Cuando el mar no existía y Las obras para el gusano, algunas de ellas impresas en dos recopilaciones de su quehacer dramático que vieron la luz bajo los títulos de Tres piezas de teatro (Quito: Ed. Casa de la Cultura, 1962) y Grandes comedias (Quito: Ed. Casa de la Cultura, 1981).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario